El CBD o cannabidiol es uno de los más de 100 cannabinoides encontrados en la planta de cannabis. Es un compuesto no psicoactivo, lo que significa que no produce los efectos de «colocón» asociados con el THC. Se utiliza por sus múltiples propiedades terapéuticas, incluyendo su capacidad para aliviar el dolor, reducir la ansiedad y el estrés, y ayudar con trastornos del sueño.

Antes de comprar CBD debemos de tener en cuenta varios factores, como la calidad del producto, como se administra el mismo, su concentración y asegurarnos de que sea de un proovedor verificado.

No, el CBD (cannabidiol) no es adictivo. El CBD es uno de los muchos compuestos, conocidos como cannabinoides, presentes en la planta de cannabis. A diferencia del THC (tetrahidrocannabinol), que es el compuesto principal en la marihuana y tiene propiedades psicoactivas, el CBD no produce euforia ni un «colocón», y se ha demostrado que tiene potencial terapéutico para tratar diversas afecciones, incluido el dolor crónico, la ansiedad, la epilepsia, y muchos otros.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido un informe sobre el CBD, en el que afirma que el CBD no es adictivo y no es susceptible de abuso. Además, el informe indica que hasta la fecha no se han asociado problemas de salud pública con el uso de CBD puro.

La legalidad del CBD varía en todo el mundo. En muchos países, el CBD es completamente legal siempre y cuando se extraiga de cáñamo industrial y contenga bajos niveles de THC (generalmente 0.2% o menos).

La dosificación del CBD puede variar considerablemente de una persona a otra. Depende de varios factores, incluido el peso, la edad, el metabolismo, la salud general y la condición específica que se está tratando. Es recomendable comenzar con una dosis baja y aumentar gradualmente hasta encontrar la dosis que funcione mejor para ti. Además, es aconsejable consultar a un médico o un profesional de la salud antes de comenzar un régimen de CBD.